«Soy cordobés», el juego de mesa inspirado en la historia de Córdoba¿Cuánto sabés de Córdoba? La respuesta podría ser el disparador de charlas interminables, pero desde este lunes también puede ser interpretada como una invitación a desplegar el tablero de Soy Cordobés, un juego de mesa cuyo contenido está íntegramente relacionado con la cultura de nuestra ciudad.

“El juego propone un paso por la sociedad cordobesa, la historia, geografía, deportes, flora y fauna, curiosidades, arte y espectáculos de la capital mediterránea. Es una excelente forma de divertirse aprendiendo sobre la identidad cultural cordobesa”, describe el comunicado oficial del juego, impulsado por la Municipalidad de Córdoba. Soy Cordobés será presentado este mediodía en el patio mayor del Cabildo.

La idea del juego surgió algunos años atrás, cuando se ampliaron los fondos de fomento de la Municipalidad y la diseñadora Silvana Bruni presentó un proyecto que funcionó como el germen de esta iniciativa. Si bien no ganó la convocatoria, la Secretaría de Cultura comenzó a trabajar con ella en un juego que mostrara la cultura de Córdoba de una forma “lúdica y educativa” y que pudiera desarrollarse “en un tablero con un circuito que tiene una entrada y una salida”.

La metodología de Soy Cordobés es similar a otros juegos de mesa clásicos. Se puede jugar de a dos a o de a cuatro y, en caso de que sean más jugadores, en cuatro equipos. El que obtiene mayor cantidad de puntos en los dados iniciales puede seleccionar el personaje de las fichas. Las opciones son cuatro figuras emblemáticas de la cultura local: Leonor Marzano, Jardín Florido, Agustín Tosco y Jerónimo Luis de Cabrera.

Jugar como capital social

Con esos personajes, se avanza en un recorrido de casilleros desplegados en cinco categorías definidas con colores y nombres: la amarilla es “Bien ahí” y contiene preguntas sobre arte y espectáculo; la celeste es “Golazo”, sobre deportes; la rosa es “Hace bocha”, con preguntas de historia; la marrón es “Lejazo”, sobre geografía; y finalmente la verde, “Chimichurri”, con misceláneas.

Una vez arrojado el dado, el número indica las casillas que deberá avanzar en el circuito y, de acuerdo al color del casillero, elige una carta del mazo y el jugador del otro equipo le formula la pregunta, que puede ser respondida con o sin opciones (multiple choice). La respuesta directa sin opciones permite avanzar y llegar al final.

“Además del valor lúdico y pedagógico, la idea del juego es que funcione como un elemento que visibiliza a Córdoba como capital social. Se aprende jugando, porque habla de nuestras misceláneas, de nuestra identidad. Al jugarlo nos sentimos orgullosos de nosotros mismos”, comenta Francisco Marchiario, Secretario de Cultura de Córdoba.

Soy Cordobés cuesta $ 280 y se consigue en jugueterías, librerías y locales de diseño. Parte de lo recaudado irá para más acciones de cultura con dimensión social, de acuerdo a lo que explican desde la Secretaría. “También es para que los más chicos aflojen un poco con las tablets. No las demonizo, porque esto es un complemento. Este juego no va en contra de la tecnología ni de la globalización, sino que pueden convivir perfectamente. Además, viene bien para complementar los programas de Historia Argentina de los colegios”, añade Marchiaro.

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